Nuevo Póster de 'Pontypool'

La verdad es que el tema de los virus y los zombies empieza a estar algo trillado. En especial la nueva corriente, bendita quimicefa de por medio, por la cual los guionistas de Hollywood tiran por la calle del medio y deciden que un oportuno virus resulta cojonudo para que a cualquier tipejo o masa social le dé por convertirse en vampiro, en zombi, en bicho mutante o en payaso de la tele. Que digo yo que algo de virus tenía que haber en eso también.

Pontypool es un ejemplo más de este nuevo estilo de justificar una matanza o desgracia en cadena. En una época en la que no creemos en reencarnaciones ni en seres de ultratumba, echar mano de los virus nos resulta hasta plausible.

Pontypool está dirigida por Bruce McDonald, se basa en una novela de cierto éxito en su casa de Tony Burguess y cuenta, como conejillos de indias y víctimas, esperamos, de docenas de capas de maquillaje, con Stephen McHattie, Lisa Houle, Georgina Reilly, Hrant Alianak y Rick Roberts, de los Roberts de toda la vida.

Lo mejor es el argumento: resulta que en una estación de radio de una pequeña localidad -seguramente próxima a Alabama o a Kentucky- descubren la existencia de un raro virus que está dejando seca a la población en plan infección devastadora. Lo peor -y lo original de la película- es que el maléfico virus se transmite por el habla.

No sé yo si el tema será que los actores se pasen toda la peli sin abrir el pico para no contagiarse, o si descubrirán que un virus que se transmita por el habla puede ser hasta beneficioso en ciertos casos, sobretodo para librarse de elementos aquejados de verborrea descontrolada -se me ocurren unos cuantos a los que haría hablar y hablar por los codos hasta verles retorcerse y fallecer en el asfalto, Ja, Ja, Ja-, pero me parece cuando menos original y diferente.

Pontypool se estrena en USA el 29 de mayo, aquí todavía no hay fecha.