Por fin llega el que faltaba: Thor

Todavía con un cabreo de dos pares de narices, porque después de terminado el carnaval acabo de ver a una chirigota vestida de blanco hacer el pato en Anfield, he encontrado en diferentes webs una primicia de Latino Review que me ha hecho sonreír en esta noche aciaga.

Parece que la tan cacareada adaptación de Thor a la pantalla ha encontrado por fin su protagonista, y el elgido por Kenneth Branagh -todo son, por ahora, rumores- es Alexander Skarsgård.

A mi me ha molado la idea. Skarsgård hace un trabajo soberbio en True Blood y además le encuentro un parecido bastante más que razonable con el Dios del Trueno. De momento lo único que se sabe es que Branagh se ha reunido recientemente con él y su agente en una especie de almuerzo informal. No se sabe lo que habrá contestado el recio muchacho de origen sueco pero ya digo que las webs internacionales del cotilleo cinéfilo se han lanzado a la noticia con los colmillos por delante.

La pega es si es un actor lo suficientemente conocido para encabezar un proyecto de tal envergadura, porque, ¿quién es Thor?

Resulta que Thor es uno de mis personajes de comic favoritos, su historieta, encima, una de las que considero más completas, más interesantes, ya que además de dar mamporros enseña, descubre, algo de historia nórdica y mitología.

Thor, el Dios del Trueno, es uno de los pocos personajes crecidos entre viñetas que no ha salido por generación espontánea de la mente de un autor. Thor no es Spiderman o Daredevil, ni siquiera un pandillero a los X-Men ni un experimento fallido a lo Hulk, el monstruo verde.

Thor fue creado por Jack Kirby y Stan Lee en 1962, pero en lugar de cincelarlo desde cero lo idearon inspirándose en el dios mitológico y toda su saga. Así, Thor es un dios guerrero heredero del Reino de Asgard, liderado por su padre, Odín, que debido a su extrema violencia es desterrado por éste a vivir en Midgard, la Tierra.

Allí toma la identidad del doctor lisiado Donald Blake, obligado a vivir en esta forma hasta que descubra el valor de la verdadera justicia. Una vez liberada su auténtica identidad, si el Doctor Blake golpea su cayado -en realidad su martillo Mjölnir camuflado- contra el suelo se convertirá al instante en su alter ego Thor, Dios del Trueno.

Muchos de los personajes que rodean a Thor en sus aventuras son extraídos también de la mitología nórdica. Así sucede con su archienemigo Loki, su hermanastro y culpable de la mayor parte de sus desdichas. Precisamente Loki, en una de sus travesuras, fue el culpable de que Thor pidiera ayuda para derrotarle y se formara así el grupo de Los Vengadores.

Thor es un personaje fundamental, rícamente diseñado y construído. Su trama es una de las más sólidas, por estar basada en todo un ciclo de mitología milenaria, y su importancia respecto al resto de los superhéroes Marvel es enorme, como fundador de Los Vengadores. Durante años se ha barajado la posibilidad de llevar a Thor al cine pero la falta de argumentos, presupuesto y calidad para adaptarlo con la fidelidad que se merece ha hecho que el proyecto se retrasase demasiado tiempo.

Ahora parece que Kenneth Branagh se ata los machos y va decididamente a por ella. Deseo fervientemente que se dejen de pamplinas de fichar a Brad Pitt para el papel, que ya está muy visto, y que con este nuevo impulso consigan dejar a Thor a la altura de lo que es, una de las adaptaciones más esperadas de un gran superhéroe.

Lo sabremos en 2010.