domingo, 22 de marzo de 2009

Críticas: My Blueberry Nights


Parece difícil que en los tiempos que corren, donde todo va deprisa y buscamos adrenalina y emociones en cada momento, encontremos un hueco para ver una película lenta e intimista como My Blueberry Nights.

La tarta de arándanos es el vínculo simbólico que encuentran dos extraños solitarios para sentirse unidos, esa conexión que sustituya el amor que ambos han perdido y que en esta película funciona como un lazo que mantiene unidos los personajes de Jude Law y de Norah Jones. El primero, un actorazo sobrado en su papel de camarero atractivo, seductor, canalla, y la segunda, una agradable sorpresa que borda una actuación compleja -casi se puede decir que interpreta tres papeles distintos- además de embellecer el film con una banda sonora sublime.




En My Blueberry Nights Norah Jones es Elizabeth, una joven soñadora a la que su novio acaba de ponerle un par de astas como dos soles delante de sus narices, y que por arte de azar y destino conoce a Jeremy -Law-, el simpático camarero del bar al que va a refugiar su tristeza y que será su punto de apoyo para sobrevivir a la decepción.


A partir de ese instante Elizabeth comenzará un viaje por el país para encontrarse a sí misma, renacer de sus cenizas y convertirse en una mujer más segura, más fuerte y a la que no puedan herir.

Dirigida por el alabado cieasta oriental Wong Kar Wai, My Blueberry Nights cuenta a ritmo de Jazz ese viaje y cómo Liz en su camino irá encontrando personajes inquietantes, interesantes o tan desgraciados como ella, personajes a los que ponen rostro y categoría Rachel Weisz, Natalie Portman o David Strathairn, y cómo en cada parada cambiará aspectos de su personalidad, vivirá experiencias que la harán madurar, crecer y aprender a elegir, pensando en cómo reaccionará el día que su destino la lleve de vuelta a su ciudad, a la ciudad donde la dejaron y le rompieron el corazón.


My Blueberry Nights es una película lenta, su ritmo pausado viene a cuento de una historia de sentimientos, de dramas personales. Es una historia de personajes interpretada por magníficos actores, una película hermosa y profunda con la que no es difícil pasar de la sonrisa al llanto, de la emoción al dolor.

Mientras deseas que Liz y Jeremy vuelvan a encontrarse, no puedes dejar de pensar en la cantidad de vidas destrozadas que hay ocultas en las sombras de tu propia ciudad, de cualquier otra. My Blueberry Nights roza tu fibra mientras deseas que vuelvan a abrir el envase de la tarta de arándanos y que llegue otro beso de nata y mermelada de fresa.


A fín de cuentas, todos seguimos deseando amar, y que nos amen.

0 comentarios:

  © Blogger templates Psi by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP