jueves, 5 de marzo de 2009

Dexter

Hace ya bastante tiempo que tenemos claro que todas las buenas ideas y los guiones verdaderamente interesantes que se escriben allende los mares pasan olímpicamente del cine y se van directos a la televisión. Dexter no es una serie tal vez tan popular o conocida como otras, seguramente porque no ha pasado por los horarios criminales y aleatorios de La 2, como Perdidos o Mujeres Desesperadas, ni ha sido hiperexplotada por La Sexta o Cuatro como Bones o House. Sin embargo por calidad y por emoción se merece uno de los primeros puestos del ranking.



Dexter empezó a emitirse en la cadena de pago Showtime en 2006 y su última temporada hasta la fecha concluyó en USA el pasado otoño. En España podíamos verla por Cuatro, que ya ha emitido las dos primeras temporadas, y en FOX, que desde este lunes ha empezado con la tercera.




La serie está inspirada en la novela El Oscuro Pasajero, de Jeff Lindsay, que cuenta con dos secuelas, Querido Dexter y Dexter en la Oscuridad, aunque de momento se centra sólo en la primera.

¿Qué de qué va Dexter? Bueno, para empezar, Dexter Morgan es un grandísimo hijo de puta. Literal, además, aunque eso no venga al caso. Siendo muy pequeño el agente Morgan, de la policía de Miami, le rescató del escenario de una matanza de sangre en la que tres chorizos habían troceado a su madre. Él no recordará nada anterior a ese incidente, y quedará a cargo de de su salvador, Harry Morgan, de su esposa y de su hija Debra, hermanastra de Dexter y durante años su único vínculo con la realidad.


Porque Dexter Morgan no es un tipo normal, a pesar de que las enseñanzas de su padre y su propio instinto de supervivencia le obliguen a aparentarlo. Dexter es un sociópata obsesionado con la sangre, con el arte del asesinato.

A raíz de la terrible tragedia que le marcó para siempre, Dexter siente una poderosa ansiedad, una incotenible atracción por la muerte que no puede dominar. Para mantenerse cuerdo, Dex necesita matar.

Solamente su padre adoptivo, Harry, conocía su secreto, le enseñó a dominarlo, a utilizarlo con un fin, y le enseñó las técnicas para salir impune y un 'código' con el que guiarlo.

Las víctimas de Dexter no pueden ser inocentes, debe contener su necesidad hasta dar con el sujeto adecuado. Un culpable, un delincuente, un villano huido o liberado que haya burlado las garras de la justicia. Porque la justicia humana se puede evitar, la de Dexter no. Y para ello su doble vida le viene que ni pintada.

Porque Dexter trabaja para el departamento científico de la policía de Miami, es forense especialista en sangre y como tal tiene acceso a los casos, al instrumental y a los archivos, y tiene un amplio conocimiento de los procedimientos policiales. Eso, unido a una inteligencia prodigiosa, a una técnica impecable y a un meticuloso modo de proceder y deshacerse de pruebas y cadáver, le convierten en un asesino en serie prácticamente perfecto.

Prácticamente, porque toda la trama y el argumento de la serie consisten en cómo los círculos se van estrechando entorno a ese psicópata inalcanzable que trocea los cuerpos y los arroja a la bahía. ¿Cuánto tiempo más conseguirá el forense mantener engañados a sus propios compañeros?

¿Y qué decir de Dexter? Pues que es una serie cojonuda, adictiva, sorprendente, apoyada en una idea poderosa y siniestra y en un equipo de actores sobresaliente. Dexter no se anda con rodeos ni regala concesiones a la galería, sino que desde el primer capítulo nos muestra al asesino frío e invulnerable que parece jugar con los delincuentes de Miami y con la mismísima policía a su antojo.

El morbo está asegurado con este tipo. Un hombre frío, distante, misterioso y terriblemente astuto, un psicópata con un grave problema para respetar la vida ajena pero que además domina todos los métodos para reducir, maniatar y descuartizar a una persona con la precisión y rapidez de un cirujano y sin dejar una huella, sin una maldita pista.


Tal vez el comienzo de la serie me pareció algo frío, acostumbrado como estaba a Héroes o a Perdidos. La dejé reposar durante algún tiempo pero en cuanto la retomé hará un par de meses no he podido dejarla hasta ventilarme las dos primeras temporadas en un suspiro. Y es que realmente engancha.

En la primera temporada, una vez presentado al grandísimo y encantador cabronazo que tenemos enfrente y una vez tomamos conciencia de que adoramos a un vil asesino, nos introducen sin medias tintas en el misterio de un psicokiller todavía más peligroso que parece atreverse a tomar el pelo a nuestro Dexter. La resolución de esta trama no podría ser más impactante.

En la segunda temporada conocemos a un Dexter más vulnerable, más inseguro. La historia con el Asesino del Hielo le ha afectado, no sólo en lo personal sino en su propia escala de valores. Siente que todo lo que creía verdadero se derrumba y esa debilidad le hace abrirse demasiado y acercarse a quien no debe. Pero hacia el final de la temporada recuperamos al forense asesino más frío e impasible. Es una gozada ver el desenlace de esta trama.

Con los dedos agarrotados en los brazos del sillón, no podemos más que esperar que la tercera (y la cuarta y la quinta, ya anunciadas) no bajen el listón de esta serie insuperable.

Dexter está protagonizada por el carismático Michael C. Hall, y por Jennifer Carpenter , su hermana en la ficción y esposa en la vida real, y su tercera temporada se puede ver en Fox los lunes por la noche.

0 comentarios:

  © Blogger templates Psi by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP