Críticas: Sexy Killer: Morirás por ella.

Desde su mismísimo inicio, ese prólogo sangriento y calentón previo a los títulos de crédito, Sexy Killer deja muy claro lo que es: una chorrada como un templo.

Es una película honesta pues, dado que no pretende colarnos un sesudo film de Terror ni un clasicazo gore, han querido hacer una chorrada y la han hecho.

No digo chorrada en tono peyorativo, qué va, me parece que Sexy Killer no es mala desde el punto de vista de que pretende hacer reír del absurdo y convertirse en una gran broma sin más sentido que el de sorprender, para bien o para mal.

Sexy Killer tiene sus aciertos y sus virtudes, no se queda en la mera parodia mil veces vista y que ya aburre. Va más allá, presenta una película de Terror "seria", es decir, con su argumento y sus giros propios y no copiados o versionados (no es Scary Movie, vamos), lo que sucede es que dentro del mundo de esta Bárbara infernal todo es un sin sentido, caprichoso, exagerado.

A menudo -y ese es el gran error- da la impresión de que queriendo buscar la gracia se les ha ido la mano y el chiste sale como el culo. A veces las paridas son tan tontas que causan el efecto contrario. Mucha culpa de esto la tiene la propia Macarena Gómez, super diva en esta película que se ve que disfruta con este papel de psicópata sin sentido, se lo pasa tan en grande que en ocasiones se pasa.

Según qué miradas, según que tonos, qué gestos... Son cosas que hacen que Sexy Killer caiga más todavía en el absurdo. Pienso que moderando esos tics un poco hubiera ido mejor.

Sexy Killer, como digo, no parodia el cine de Terror, sino que lo caricaturiza al máximo. Es un festival de locura, de estupidez, de una bobada tras otra en mitad de un guión que cambia sobre la marcha del slasher al científico loco y aún más allá al cine de zombies. Pero está rodada con soltura, con chispa y cuenta con buenos actores que a veces se pegan algún puntazo, y la impresión general es mira, es una chorrada pero tiene gracia.

Eso sí, puristas del género, de cualquier género, abstraerse. Sólo se puede ver Sexy Killer, morirás por ella, con una gran dosis de buena voluntad y muchas ganas de reír.