Críticas: A ciegas
Tal vez muchos lo sepan, quizá otros no, A ciegas es la adaptación al cine de la novela del Premio Nobel de Literatura José Saramago, Ensayo sobre la ceguera. Yo no he leído el libro, aunque dicen que es una de las mejores novelas del autor portugués, pero desde luego la película, Blindness, me ha dejado bastante frío y en mi opinión se queda, más que a ciegas, en unas dignas aunque irrelevantes tinieblas.
En A ciegas, Fernando Meirelles parte de una premisa escalofriante y muy potente, un verdadero reto para el espectador en el sentido de que nos hace plantearnos qué haríamos en una situación semejante. Todo el hilo conductor de A ciegas consiste en una espeluznante epidemia de ceguera que surge de repente y que en cuestión de unas semanas afecta a toda la población.
Como digo, el punto de partida es espectacular y angustioso, uno espera que de un argumento así surja una película poderosa, una trama emocionante y un drama sobrecogedor. Pero nada de esto sucede en A ciegas. La cinta transcurre, salvo puntuales escepciones, con una parsimonio rayana en lo coñazo, los protagonistas asumen su ceguera en algunos casos con tal tranquilidad como a quién le ataca un resfriado. La situación, además, se plantea como una simple enfermedad, sin que lleguemos a ver la implicación social, gubernamental y demás que hubiera tenido lugar sin duda en una situación como esa.
Julianne Moore está correcta, auqnue jamás sepamos ni entendamos el por qué de su peculiaridad -no sé si en el libro se explica, pero desde mi punto de vista la película flojea por ahí ya que si no llegamos a encontrar explicación para la epidemia, menos aún para su personaje-, Mark Ruffalo cumple en un papel que parece hecho a medida y Danny Glover destaca en las escenas que le corresponden. Es a Gael García Bernal al que veo más desubicado, en un papel corto y poco agradecido para su categoría, por más que el cartel nos lo presente casi en primer plano.
A ciegas cuenta, a su vez, con momentos de mayor altura, como esa media hora hora inicial en que todo queda planteado o en las pocas escenas en las que roza el verdadero terror, como alguna dentro de la prisión y sobretodo después, en el supermercado. Sin embargo la mayor parte del metraje se deja ir de una forma lenta y algo insulsa que puede llegar a hacerla pecar de ser demasiado larga.
A ciegas no me ha disgustado del todo, ni me ha gustado lo suficiente. Es una película extraña, incómoda, con algunas fases en las que de verdad te engancha y la sientes cercana y otras en las que te desconecta y te deja frío. No sé si esos altibajos se corresponden con la novela pero desde luego es una lástima que A ciegas no mantenga un mismo nivel, para mi gusto un toque de suspense más marcado que aplicado a la generalidad de la película la hubiera hecho ganar algunos puntos.
Así, entre secuencias de puro terror y el tedio más watchmeniano, A ciegas se va apagando.
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