sábado, 26 de junio de 2010

Críticas: Whiteout, bodrio en la nieve.


Lo más interesante de esta película, Whiteout, es que tiene lugar en un paraje tan inhóspito y desconocido como es la Antártida, un punto de originalidad que a priori presenta unas cuantas buenas ideas para una peli de Terror, como es la soledad, la falta de visibilidad debido a las tormentas de nieve, etc. Pero a su vez estos aciertos, por sí solos no sirven de nada.

Evidentemente desde este blog siempre apoyaremos todo lo que haga Kate Beckinsale, desde aquella lejana adaptación de La tabla de Flandes de Pérez Reverte hasta un anuncio de Hemoal, si quiere. Es una mujer preciosa y como actriz sólo tiene la pega de elegir habitualmente con el culo sus papeles. Pero hasta eso le perdonamos.


En Whiteout interpreta a una U.S. Marshall encargada de la seguridad en una solitarísima estación científica en la Antártida, a los cinco minutos nos regala un "desvestimiento" gratuito y el resto de la película sólo corre, pone cara de miedo y a veces frunce el ceño, cuando hace como que descubre una pista importante para resolver el misterio.




Porque Whiteout es sólo eso, un enorme misterio que ni el guionista parece tener el menor interés por resolver. Una vez agotadas todas las posibilidades terroríficas de una base deshabitada y de las tormentas de nieve, parece que la falta de visibilidad afecta también a director y actores, que no parecen tener muy claro qué tipo de película quieren.

Whiteout tiene tanta acción, tanto misterio y tanta tensión, en cada maldita secuencia, que llega un momento en que el espectador se acostumbra a que todo sean sustos falsos, pistas falsas, culpables falsos.


El verdadero malvado, y por tanto el final, de Whiteout está tan claro, por previsible, como esa nieve costante conque nos emborronan la pantalla todo el tiempo en un ejercicio de pericia visual que más que un truco para crear suspense parece un truco para ahorrarse pasta en decorados.

Es una pena, porque las posibilidades del exceso de claridad en el Terror parecen en un principio tantas como la oscuridad absoluta, pero son muy pocas las veces en que en Dominic Sena las aprovechada. El complot o motivación del villano es tremendamente estúpido y la manera de descubrirlo otro tanto, previsible y rutinario, vamos, como en general el cine de Terror hoy en día.


De todos modos, tampoco es para tirarla a la basura. Quizá vosotros le encontréis más interés que yo.

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