Críticas: Up in the Air
Porque en los conservadores y tradicionales Estados Unidos no sólo no conciben la vida de otra manera que la de matrimonio + hijos + trabajo estable + furgoneta familiar + desayunos gigantes y día de acción de gracias, no, no sólo no lo entienden sino que utilizan una y otra vez las películas para aleccionarnos.
Up in the Air es un coñazo de película, no por mala o lenta sino en el sentido de que se trata de una más como tantas otras en las que el personaje principal verá su vida cambiar ante sus ojos. Primero defenderá su filosofía pero ah! en el momento justo descubrirá su error.
Tiene gracia que esta lección empalagosa que es Up in the Air nos la quiera dar un tipo como George Clooney, paradigma de todo lo contrario, en fin.
Y es gracias a George Clooney -y sobretodo a Vera Farmiga, qué clase, qué elegancia y belleza derrocha en cada plano- que Up in the Air no se descubre claramente como lo que es, un pastiche telefílmico de sobremesa con moralina relamida.
La película empieza muy bien, con un Clooney fascinante, con una historia por contar, con un drama personal que nos muestra pero no pretende ser comprendido. La pregunta es por qué de repente todo se transforma en una cosa así como un charla larguísima del Foro de la Familia.
La única que puede sacar algo en claro de Up in the Air es la niñata empollona a la que Clooney tiene que enseñar las verdades de su trabajo, los demás empiezan y acaban en el mismo sitio.
Lo bueno, es que mientras me veía venir el final más típico y vomitivo de este tipo de pelis, el último giro de guión, el que pone a Clooney en su sitio, al menos me pareció acertado, realista y la mejor manera de terminar Up in the Air.
En fin, que no sé si aprobarla o suspenderla. La apruebo por el trabajo descomunal de un perfecto elenco de actores, en especial George Clooney en la mejor interpretación de su carrera, pero no creo que vuelva a verla.
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