martes, 8 de marzo de 2011

Críticas: Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte (Parte 1).


Bien, tenemos a Harry Potter fuera de Howgarts por primera vez, al menos una novedad, aunque eso no quiere decir que sea mejor película que las anteriores. Más bien al contrario, igual que otras veces, si a estas películas del niño mago le quitásemos gran parte del metraje ajeno a la trama Voldemort sería muchísimo más entretenida.

Desde mi punto de vista toda la saga adolece de eso: nos lo pasamos pipa con las aventuras de los magos y su lucha contra las fuerzas oscuras pero nos aburrimos a muerte cuando nos cuentan, durante largas e insípidas escenas de transición, ese plano y trivial discurrir de sus relaciones personales.

Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte sigue la tendencia de las últimas tres películas, una interesantísima trama de suspense, de conspiraciones y misterio, tropezada cada vez más por esos ramalazos "Al salir de clase" que ralentizan el ritmo, distraen la atención y confunden personajes.


Entiendo que hay que contar eso también, desde luego forma parte de la saga, es condimento también del Harry Potter literario y que tanto cine como novela van enfocados a un público que busca eso también, pero opino igualmente que en el cine es más fácil dormirse si nos aburren con chorradas. El libro lo aparco y sigo mañana, la peli puede convertirse en insufrible.

Pero hablando de Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte como película, encontramos un guión irregular, una trama dilatada al máximo y una encadenación de estupideces como no recordaba en ninguna otra película de la saga: casualidades a mansalva, patochadas sacadas de la manga, nunca mejor dicho, personajes que entran y salen, por importantes que parezcan -"no, es que el jefazo ese de los magos que acaba de salir, te ha echado una bronca solemne y lo interpreta un actorazo, acaba de morirse, fíjate"-, despachados en un plis plas con dos líneas de diálogo, una cantidad vergonzosa de incoherencias aderezadas con una salsa de celos y acné que no viene a cuento.


Tenemos a Harry Potter la mayor parte del tiempo fuera de la escuela, conociendo mundo, vamos. Y eso de entrada un trillón de preguntas, al menos a mi cabecita obsesionada por no dejar cabos sueltos y fingir que todo es creíble: ¿en qué época vive esa gente? ¿Hay coches modernos en Londres, hay super noria pero no hay televisiones, Internet, móviles? ¿Por qué Harry y sus amigos se pierden una y otra vez? ¿Por qué no sacan el iphone y se llaman? ¡No están en la escuela, pueden ser gente normal! De todos modos los guionistas, directores, la escritora o la divina providencia resuelven estas dudas por mí: se encuentran y llegan a sus destinos por sus santos cojones.


Se me había olvidado que como es para niños se les puede considerar tontos.

En fin, que sólo queda un capítulo para que termine esto y han esperado a la séptima película para abrir una nueva línea argumental, encima, fundamental, la de que todo el caldo tenía que ver con encontrar unas reliquias. Siete películas para esto. Bueno, que ya queda menos.

1 comentarios:

Anónimo,  9 de marzo de 2011, 7:47  

Creo que sólo he visto la primera película de Harry Potter. Los libros me gustan bastante, y no quería que me fastidiasen la imagen que tenía en mi cabeza de toda la saga con ello...

Es que cuando fui de Erasmus a UK, Harry Potter fue el primer libro que me compré cuando no era famoso, porque me pareció un libro cortito y fácil para niños, y de ahí hasta el último les tengo mucho cariño por haberlos leído en inglés y aprendido con ellos un poco más ese idioma, jeje.

Umm, a lo mejor veré las pelis para contrastar, pero hasta que no salga la última no, para no quedarme a la mitad...

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