lunes, 29 de noviembre de 2010

Críticas: El Libro de Eli. Amén.


A ver por dónde empiezo a trocear este misal convertido en película, porque realmente no hay mucho bueno que decir de ella. Al comentar El Libro de Eli es fácil caer en el spoiler, lo cual no sé si en este caso sería un pecado capital, digno de un castigo divino... ¿Se nota que acabo de terminar de verla?

Como los caminos del Señor son inexcrutables y sólo aquél que tiene Fé encontrará la Salvación, Eli es un pavo tirando a soso que patea unos Estados Unidos pasados por el filtro Mad Max convencido de que una voz interior le ha animado a rescatar un libro, El Libro de Eli, claro, que siginifacará el resurgir de la esperanza para una humanidad sumida en un desierto de luz y sed posapocalíptica.





Denzel Washington, hipercatólico confeso, es el tal Eli, y en su doble faceta de megaestrella y productor, supongo que con fines benéficos, claro está, nos regala este pastiche que deja de ser interesante al cuarto de hora y que entre su lentitud y su rancísimo mensaje ultrareligioso termina por aburrir hasta a las ovejas.


Los hermanos Hughes ya me aburrieron convirtiendo en trivial una pedazo de novela gráfica sobre Jack el Destripador en Desde el Infierno, pero lo que hacen con El Libro de Eli es directamente finiquitar su carrera. Por prestarse al panfleto demagógico perpetrado por Washington y su guionista Gary Whitta y por ni siquiera ser capaces de hacer de él una peli entretenida que al menos nos hiciera olvidar tan anacrónico mensaje.

Quitando un diseño de producción logradísimo, pero que termina por empalagar, con esos tonos sepia exagerados por momentos, y una fotografía a menudo resultona, ni las actuaciones ni las situaciones de El Libro de Eli merecen ningún tipo de mención.


Previsible desde casi el inicio, sólo alguna pincelada en las escasas escenas de acción y algún que otro decorado te hacen levantar la ceja durante el sermón pasado de rosca que supone El Libro de Eli, cuyo final mesiánico ya termina por revolver el estómago de cualquier ciudadano del siglo XXI con dos dedos de frente.


Por momentos recordaba con una sonrisa La Llave del Abismo, de José Carlos Somoza, como una posibilidad realmente escalofriante.

1 comentarios:

Anónimo,  2 de diciembre de 2010, 13:37  

Mi nombre es Chris. Que te dire... la vimos con mis amigos, y al final nos quedamos viendonos las caras.... jajaja creo que nadie dijo nada por temor a que otro lo tome de mala manera (en el ámbito religioso)... jajaja en lo personal, esperaba mucho más cuando ví un mundo post-apocalíptico y muchisimo más cuando vi a Denzel Washingnton (a quien reconocí apenas salio en la primera toma). La verdad no la recomiendo.

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