Críticas: Martyrs (Mártires)
He terminado de ver Martyrs con una sensación horrible en el estómago. No sólo por las tremendas escenas que salpican -nunca mejor dicho- la última parte del film, no quiero que quede esa impresión al leer esta crítica, sino por la crudeza de una película muy bien elaborada para causar ese efecto.
Porque reducir Martyrs, su éxito, su talento, a la recreación de escenas violentas sería compararla con subproductos del peor gore explícito que ni siquiera le hacen sombra, ya que lo que nos presenta esta película es mucho más que un festival violento, es una historia tan dura como sólida y creíble, un trhiller de una tremenda complejidad que sabe utilizar todos sus recursos para llevarnos de la mano a lo largo de este camino infernal.
Martyrs son al menos dos películas en una, dos tramas entrelazadas que casi se superponen de manera que no se note su mezcla de géneros, de tono y de enfoque. Lo podemos resumir en la historia principal de una muchacha que huye de un tormentoso cautiverio y es recogida en un hospital psiquiátrico y que años después encontrará la manera de vengarse de sus captores.
De esta manera se plantean en los primeros veinte minutos las dos películas, las dos tramas. Una: ojo, alguien está secuestrando mujeres para hacer cosas horribles con ellas. Dos: una de las supervivientes se va a vengar con muy mala leche.
El primer tercio de Martyrs es un crudísimo retrato psicológico de una niña torturada, el segundo es un delirio de violencia y tensión y para rematarlo ambas tramas confluyen en un tercer acto aterrador, insoportable, ilógico.
Cuentan que la gente salía del cine a vomitar y que las ambulancias hacían cola donde se proyectaban. Yo no me lo creo, porque ni de lejos es lo más fuerte que se puede ver en una pantalla. El éxito de esta película no está en un puñado de fotogramas impresionantes sino en la manera de contarlo, de actuarlo, de ponerle música y ritmo, eso es lo que nos revuelve las tripas.
Desde luego cuando anoche la terminé creí que me daba algo. No por lo que había visto, sino por lo que me habían hecho pensar. Y aunque muchos os acordaréis de mí cuando un nudo de horror y repulsa os ahogue, yo recomiendo ver Martyrs.